viernes, 5 de octubre de 2007

No Descansada Vida (postumo, 2006)




Primera edición: Lima 2006
© Víctor Mazzi Huaycucho
© Arteidea Editores
Moyobamba 421- Lima 31
Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú según Ley Nº 26905
Nº de depósito legal: 2006-8202
Corrección del original: Julio César Carmona
Diseño y diagramación: Alexander Sifuentes Cotrina
Impreso en el Perú /Printed in Perú




Nací el 17 de marzo de 1925, en el distrito de Apata, provincia de Jauja. A los ocho días de nacido mis progenitores me trasladaron al asiento minero de Morococha donde inscribieron mi partida de nacimiento. Es decir, jurídicamente soy de Morococha, pero telúricamente, de Apata.
Apata, mi lugar natal, es desde los más lejanos años del coloniaje un pueblo de agricultores dedicados al cultivo de la papa, el maíz, el trigo y la cebada, así como de criadores de ganado ovino, lanar, y uno de los primeros en haber adecuado en el siglo pasado las plantaciones de los árboles de eucalipto en sus cercados y minifundios y, por ende, de exornar una larga alameda que va paralelamente a un río que fluye rumorosamente y se acaudala en el invierno. Es ahí donde se origina el tronco familiar Mazzi- Vargas, al casarse mi abuela María Belén Vargas Andrade con mi abuelo Carlo Mazzi Paccelli, nacido en Génova, Italia quienes tuvieron tres hijos varones y una mujer: Carlos, Máximo, José y Hortencia, nacidos en Apata. De entre ellos, mi padre es José Luis Mazzi Vargas.
Mi madre Fortunata Trujillo Espinoza, nacida en Ambo, Huánuco, es descendiente de abuelos españoles, casados con campesinas oriundas de dicho lugar y, por ellas, con mucho orgullo, llevo en mis venas sangre indígena. De parte de mi señora madre tengo una hermana mayor: Rebeca Robles Trujillo. Y de padre y madre, una hermana, Olga, que falleciera a la edad de 20 años y un hermano, Gilberto, ambos mis menores.
Buena parte de mi infancia transcurrió en el campamento minero de Natividad (Morococha), y la calle comercio de Morococha Nueva, entre el ruido de las compresoras y los días nevados. En 1929 ingresé al Centro Escolar Obrero que, por entonces, no recibía subvención del Estado ni de ninguna empresa minera, ya que solamente se mantenía en base a las aportaciones de los trabajadores. Allí hice el aprendizaje de mis primeras letras bajo el cuidado de los escritores y dirigentes sindicales Augusto Mateu Cueva y Gamaniel Blanco, quienes a la vez habían sido cofundadores, junto a Adrián Sovero y Ramón Azcurra, de la Sociedad Procultura Nacional. Pero en 1930, fueron presos y/o perseguidos por socialistas y por conducir la protesta del movimiento obrero que terminó con la masacre de los trabajadores en Malpaso y, como consecuencia de la represión, murió en 1931, Gamaniel Blanco con las entrañas destrozadas en la carceleta Guadalupe del Callao.
En esos años se agudizó la crisis económica, se cerraron las minas y los trabajadores se vieron obligados a salir de Morococha en busca de otras ocupaciones. Mi padre que se había desempeñado de obrero enmaderador también tuvo que salir de regreso a Apata. De ahí anduvimos por un tiempo en Jauja y, luego, en Huancayo. Hacia 1933 nos trasladamos a San Mateo de Huanchor, Tamboraque, San Bartolomé, lugares en que mi padre trabajó de carpintero y carrilano. Después llegamos a Chosica a fin de establecernos. Pero nuevamente mi familia, por motivos de trabajo, tuvo que vivir en Miraflores y Chilca. Debido a este forzado peregrinaje no pude seguir estudios y, sin embargo, por mí solo obtuve mis iniciales conocimientos leyendo periódicos, revistas y textos escolares que hallaba a mi paso.
A mediados de 1939, con mi familia, regresamos a Chosica que era, por aquel tiempo, lugar de residencia de gente adinerada y apenas contaba con tres mil habitantes. En 1940 ingresé a estudiar al Centro Escolar de Varones Nº 451, cuyo director era el prof. Normalista Lorenzo Rodríguez Villón, allí cursé solamente hasta el tercer año de primaria, turno de mañana y tarde, con inolvidables maestras como Hortencia Gonzáles de Guija, Lucía Miranda y Dina Walde, quienes -dicho sea de paso- hacían concursos de versos con premios donados de su propio sueldo y que eran obtenidos por José Guerra Peñaloza y yo.
En 1944 me dediqué a trabajar, junto a mi padre, en labores de carpintería y, posteriormente, en obras de construcción civil. Por ese tiempo comencé a leer obras de Máximo Gorki, Jack London, Panait Istrati, Elías Castelnuovo y Álvaro Yunque, obras que indudablemente contribuyeron a mi formación literaria, dado que dichos autores socialrealistas tocaban temas relacionados con la autoeducación y los difíciles momentos por los que atravesábamos los jóvenes trabajadores en distintas partes del país. A la vez, con mi amigo José Vivanco Zambrano, guitarrista y compositor, me inicié como letrista de canciones y creamos una serie de valses criollos, los que proseguí escribiendo a la par con Carlos Loayza Gómez, composiciones a las que ponían música Pedro Durán Quevedo, Francisco Reyes Pinglo, Gerardo Salhuana, Rodolfo Tejada Ayona, Ernesto Linares, Pablo Navarro Lovera, Enrique Cortez Monge y Heber de la Vega, piezas que interpretan diversos cantantes y cancionistas en boga, reproduciéndose en cancioneros como: "Melodías peruanas", "Cancionero porteño", "Dial", "Perucanta", "El cantar de los andes" y otros.
Ese mismo empeño hace que editara,en 1945, el cancionero "La lira chosicana" y que, en 1946, cofundara, con algunos de los mencionados músicos y poetas, el centro literario musical "José Vivanco Zambrano", en homenaje a dicho compañero que en plena juventud había fallecido, y como una manera de contribuir al cultivo de las letras y la música en la localidad de Chosica.
Entre 1944 y 1946 me doy a escribir también mi primer poemario Guirnalda de canciones a Chosica, que después de treinta años publicaría la Universidad Nacional de Educación. En 1947 sale a luz mi primera obra édita Reflejos de Carbón, impresa en la Compañía de Impresiones y Publicidad, casi al mismo tiempo que publican mis compañeros de adolescencia, José Guerra Peñaloza y Carlos Loayza Gómez, un poemario al alimón: Tonos del alba. Como referencia, para señalar la publicación de otras obras poéticas de carácter proletario debo indicar que ese año se editan también Pan y Rebeliones, de Jorge Bacacorzo, y Antena Proletaria, de Augusto Mateu Cueva, ambos en Arequipa, Alaridos de Óscar Cano Torres, y, un año después, De acero somos de Oswaldo Jiménez Rojas.
Al iniciarse en noviembre de 1950, la construcción de la central hidroeléctrica de Paucartambo, fuimos allí varios miles de obreros tanto de Chosica como de Arequipa que se repartieron a lo largo de 40 a 50 kilómetros entre Carhuamayo y Manto. En la primera localidad me tocó trabajar en la sección alta, además era encargado de la corresponsalía del diario Ultima Hora. Lo que me dio la oportunidad de ir conociendo a otros artistas y escritores pertenecientes a la clase obrera. En tal suerte, primero me di de manos con el poeta y periodista Sócrates Morales, a quien conocí en Lima; luego hice amistad con Armando Guillén, pintor y filósofo boliviano, que un día se reveló como un fogoso organizador sindical; seguidamente conocí a Víctor Ladera Prieto, quien me diera alcance a la salida de Carhuamayo, una tarde lluviosa, para mostrarme algunos poemas suyos y decirme si podían ser publicados en el diario Ultima Hora; poco después hice amistad con el torero ecuatoriano Antonio Oswaldo Guzmán. Con ellos se formó una agrupación denominada Tierra y Libertad, con el fin de hacer lectura de poemas y cuentos, así como de llevar a cabo reuniones para tratar aspectos de arte y literatura y, de sobremanera, el de someter a consideración de los compañeros muestras de nuestras creaciones, pero sucedió que, luego de varios años, inesperadamente se canceló el contrato del trabajo emprendido por la compañía Christian-Nielsen siendo reemplazada por la Cerro de Pasco, gestora del proyecto de la hidroeléctrica de Paucartambo, motivo que causó la dispersión de dichos escritores y artistas. De tal suerte, Sócrates Morales se fue a España, donde tenía familia, Armando Guillén retornó a su país, Víctor Ladera enrrumbó a Cerro de Pasco, Antonio Oswaldo Guzmán se trasladó a Huallanca y yo regresé a Chosica, a las labores de construcción civil.
En los primeros meses de 1956, al detectárseme una afección al corazón, por prescripción médica dejé el trabajo de albañil. Por recomendación,entonces, del poeta Alejandro Romualdo, pasé a ocupar el empleo de regente del local del Movimiento Social Progresista que lideraba Francisco Moncloa Fry. En aquel local, una mañana de abril, Moncloa me presentó al poeta obrero Leoncio Bueno Barrantes, de quien alguna vez había leído un vigoroso poema, "Sinfonía Roja"; pronto ambos simpatizamos y luego de varios días de conversación acerca de poetas y poemas, le sugerí la necesaria constitución de un núcleo de escritores e intelectuales obreros en base a los compañeros que conocíamos. En efecto, con algunos de ellos nos reunimos y suscribimos el acta de fundación así como la declaración de principios del Grupo Intelectual Primero de Mayo
En el primer documento expresamos:
"En Lima, a los siete días del mes de julio de mil novecientos cincuenta seis, hemos acordado constituir un movimiento cultural de raíz eminentemente clasista, a escala nacional, en el cual nos agruparemos todos los proletarios amantes del arte y la cultura resueltos a plasmar un medio propio de expresión artística, una presencia inconfundible de la conciencia, el punto de vista y la emoción estética de la clase trabajadora en el campo de la creación artística.
Estamos convencidos que en la clase trabajadora y sus organismos de lucha están dadas las bases y el espíritu de la sociedad del futuro; por tanto, es correctamente lógico propugnar la vertebración de un movimiento artístico que naciendo del seno mismo de la clase trabajadora, promueva sus legítimos representantes y portavoces en el mundo del arte y la cultura.
Estamos convencidos también que sólo el proletariado podrá salvar del caos a la civilización contemporánea y consecuentemente del languidecimiento en que se debate a esta hora de estrangulación y decadentismo oscurantista el arte de la literatura universal.
La clase trabajadora constituye la grandiosa reserva espiritual de toda la humanidad. En las horas cruciales de la historia es ella la que aporta los contingentes decisivos para la revitalización, no sólo material sino también espiritual del hombre y de la especie. Impulsando el progreso y señalando nuevas rutas al movimiento de la historia.
Sin desechar las experiencias positivas de los movimientos y escuelas artísticas y filosóficas de todos los tiempos, ni caer en el sectarismo, ni en los prejuicios negativos, lucharemos consecuentemente por superarnos al máximo mediante el esfuerzo colectivo, trabajando en equipo, rechazando las pretensiones individualistas, la pedantería y el autoelogio y la maledicencia, hasta constituir nuestra propia fuerza, que será en todo momento fuerza de renovación y pureza, de decidido apostolado con fecundidad de mensaje y columbramiento del futuro.
Para divulgar estos principios y realizar tareas que en otro aparte indicamos, hemos constituido el GRUPO INTELECTUAL PRIMERO DE MAYO, cuya acta de fundación firmamos a continuación los primeros socios y miembros del primer cuerpo directivo.
Leoncio Bueno, Víctor Mazzi, Eliseo Garcia, José Guerra, Carlos Loayza".
En concordancia con estos lineamientos expuestos en la mencionada acta se sumaron de inmediato otros escritores e intelectuales de extracción y posición clasista entre los que se encuentran Pedro Durán Quevedo, Moisés León Paitán, Eusebio Arias Vivanco, Víctor Ladera Prieto, Algemiro Pérez Contreras, Emilio Costilla Larrea, Julián Huanay Raimondi, Miguel Carrillo Natteri, Luis Cohayla Núñez, José Gutiérrez Olaya, Emilio Saldarriaga, Danilo Valladares, Miguel Gonzaga Gálvez, Miguel Herrera Gallegos, Wálter Paredes y Rosa Del Carpio. Los mismos que emprendieron el desarrollo de una insólita actividad mediante recitales y exposiciones de poesía mural en el Sindicato de Construcción Civil, el Sindicato de Cristal Ferrand, en la Federación de Empleados Bancarios, en la Asociación Nacional de Escritores y Artistas, cuando este organismo funcionaba en la casa de piedra del jirón Moquegua, en la Biblioteca Nacional, en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, clubes departamentales de Huancavelica, Piura, Apurímac, en el Centro Social Jauja, en el club Huancayo y otras entidades. A la vez sosteníamos, dominicalmente, lecturas de poemas en el espacio "La voz del folklore" que dirigía el poeta Octavio Meza Ordoñez, en radio Lima. Actividades que se reseñaron oportunamente en diarios como La Prensa, La Crónica, El Comercio, y especialmente en la revista Cultura Peruana.
A la vez con la producción literaria de la mayoría de los miembros mencionados se publicaron los cuadernos del GIPM Prólogo del alba (1957), Nacimiento del canto (1957) y Cuadernos de Mayo (1958).
En 1959 volví a trabajar en obras de construcción en diferentes lugares como el estadio municipal de Chosica, en Santa Cruz, Miraflores, en la construcción del puente Anchi, en la Urbanización Los Laureles de Chorrillos, de especialista en decoración en tiendas y oficinas de Lima y en la construcción del canal de Tinajones en Chongoyape, sin dejar de leer y escribir. Prosigo en tanto impulsando la dinámica del Grupo Intelectual Primero de Mayo que se incrementa con nuevos miembros como Hugo Villanueva, Alberto Andía, Mario Morales, Carlos Olivera, Jesús Angel Garcia, Gladys Basagoitia y Jorge Bacacorzo. Se publican por entonces otros cuadernos del G.I.P.M., Esta voz... (1961), Perú, es tu hora (1964), Las montañas de Marzo (1965). Tiempo que en compañía de Nelson Parra, Luis Llerena, Hilda Cruces, Tomás Cadena y otros más constituimos el Instituto de Cultura de Chosica, desarrollando lecturas de poesía y narrativa, charlas y presentaciones de teatro.
Al agudizarse la creciente desocupación que afectaba a los trabajadores del gremio de construcción en 1966, me dedico a la venta de libros, instalando un puesto junto a las gradas de entrada al comedor de estudiantes de la actual Universidad Nacional de Educación y donde ello se convierte en el transcurso de unos meses en lugar de diaria consulta bibliográfica y debate de asuntos literarios e ideológicos. Ese mismo año presento un poemario inédito al concurso literario que promueve el Concejo Distrital de Barranco, obteniendo el primer premio de poesía y cuya entrega la hace el Director de la Casa de la Cultura, el novelista Ciro Alegría, quien en dicho acto me incorpora a la Asociación Nacional de Escritores y Artistas, que entonces presidía. En 1967 envío otro poemario inédito al concurso literario que lleva a cabo la Asociación de Centros de la UNI (ACUNI), en la que se me hace acreedor del primer premio de poesía. En 1968 la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional de Ingeniería convoca otro concurso literario, a la que inscribo cuatro trabajos también inéditos por lo que se me otorga el primer premio de poesía y el premio de ensayo, además de dos menciones honrosas en el género de poesía. Durante este período que culmina en 1969 junto a los integrantes del GIPM y en el que se cuenta con nuevos asociados: Eduardo Ibarra, Artidoro Velapatiño, Magno Dueñas, Oswaldo Pacheco y Teodoro Stucchi, continuamos empeñados en las tareas de creatividad, lecturas de poemas en sindicatos, pueblos jovenes y universidades. A la vez se edita los cuadernos Sinfonía Candente (1967) y Columna de Luz (1969).
En los años de 1970 a 1976 prosigo con el referido puesto de venta de libros, el servicio bibliográfico y el constante debate sobre temas de arte y literatura así como cuestiones doctrinarias, realizo viajes al Cusco, Piura, Talara, Chiclayo, Trujillo, Huancayo y Jauja, ciudades en las que llevo a cabo lecturas de poemas y charlas sobre literatura proletaria. Conllevo igualmente el trabajo cultural del GIPM a través de diversos organismos sindicales, populares y universitarios con los compañeros de anteriores promociones y nuevos miembros entre los que destacan Alberto Alarcón, Julio Carmona, Néstor Espinoza, Joaquín de los Santos, Donald Jaimes, Hernán Parra y Raúl Soto. A la vez se da reinicio a la publicación de mis obras: A Lengua Viva, impresa por la editorial Papeles de Buenos Aires, Argentina; Poemas de Vecindad, Ediciones Sutel, Lima; Poemas del albañil, Editorial Santa María, Tacna; Guirnalda de canciones a Chosica, Ediciones Universidad Nacional de Educación, La Cantuta, Chosica; y Poesía proletaria del Perú (1930-1976), Ediciones de la Biblioteca Universitaria, Lima.
Hacia 1977 se produce la brutal intervención militar en los claustros de la Universidad Nacional de Educación y, a consecuencia de ello, pierdo centenares de libros. A varios meses de aquel suceso reinicio mi actividad de vendedor de libros asociado con Raúl Soto en la sexta cuadra del jirón Camaná en Lima. Con los miembros del G.I.P.M. Proseguimos accionando nuestra campaña cultural y con Artidoro Velapatiño codirigimos la revista Canto y Seña. En 1978 continúo con la venta de libros, en tanto el G.I.P.M. en una asamblea en que se reúnen 48 agrupaciones artísticas de Lima, es nominado para presidir la Coordinadora de Trabajadores de Arte Popular e inicia la publicación del boletín Puntos de Clase. Por entonces fue que la Dirección de Proyección Social de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en conjunto con el Frente de Trabajadores de la Literatura y el círculo de Estudios Lu Sin me tributan un homenaje en la antigua casona. En ese año viajo a Tarma, Jauja, Huancayo y Tacna, a este último lugar con Julio Carmona, ambos invitados por la Universidad Nacional de Tacna, en la que damos lecturas de poemas y desarrollamos conversatorios sobre poesía proletaria peruana y latinoamericana. Allí también se edita mi poemario Memorial de un tiempo a otro. En 1979 contratado por la Cooperativa de Trabajadores en la Educación (COOSTEL) Nº 17 dicto durante tres meses el curso de literatura proletaria, a la vez que continuamos con los compañeros del G.I.P.M. nuestras actividades y la publicación del boletín Puntos de Clase.
En 1980 asumo la codirección, junto a Carlos Olivera, de la revista Puntos de Clase, Nº 5, en la que se difunden expresiones de la Literatura Proletaria del Perú y Latinoamérica.
En 1981 soy uno de los damnificados que perdieron sus viviendas del jirón Colombia en Chosica por el desborde del río Rímac.Meses después ingreso a trabajar a tiempo completo en el proyecto de investigación "La generación del 50 en la Literatura peruana del siglo XX" con Miguel Gutiérrez (gestor y coordinador del mencionado proyecto), la poeta Camen Ollé, Félix Huamán Cabrera, Manuel Velásquez Rojas y otros docentes.
En 1982 empiezo la reconstrucción de mi vivienda y continúo en el proyecto de investigación. En 1983 nuevamente el desborde del río Rímac afecta la reconstrucción de mi vivienda. Prosigo en el campo de la investigación y viajo a Chiclayo invitado al tercer encuentro de la Unión de Escritores y Artistas de Lambayeque, en la que expongo el tema: Poesía latinoamericana proletaria. En 1984 y 1985 concluyo de elaborar la Bibliografía y Hemerografía de la poesía de los años 50 en el mencionado proyecto de investigación, además de algunos otros trabajos.
En 1986 ingreso a trabajar como responsable del Area de Promoción y Difusión de la Biblioteca y Centro de Documentación de la Universidad Nacional de Educación bajo la dirección del Dr. José Mendo Romero. En 1987 prosigo como responsable de dicha área en la que culmine la realización del catálogo de autores de libros, textos, folletos y plaquetas de la Universidad Nacional de Educación esta vez bajo la dirección del prof. René Del Aguila Riva. Ese mismo año viajo a Huancayo invitado por la Universidad del Centro Del Perú en la que expongo el tema: Poesía, creación y critica.

Chosica, 22 de junio de 1988.





Necesariamente
palabra de hombre
no solamente tuya o mía
sino propiamente del acento colectivo.






¿Quién ha traído esa luz
que desciende hasta el corazón del agua
donde los peces sueñan un secreto velamén?

¿Quién soltó esa flecha
que aún vuela a través del bosque
llevando un oscuro designio sin nombre?

¿Qién hizo esa melodía
que llega cautelosa y descalza
redactando azules mandatos de lluvia?

¿Quién corazón mío, quién?






CREACIÓN NATURAL
Entónase mi cuerpo de luz universal,
abro mis brazos, estrechos al día
con el alfabeto de mi ternura.
Existo de natural manera,
susténtome, trabajo, canto
haciendo girar mis sueños
-esfera de encantos-.
Si tiembla la raíz de mis alas
es por que tarda en su advenimiento
la estrella del próximo amanecer.


DIARIO VIVIR
Tus ojos, mis manos, las voces
erigen un árbol de aurirosados frutos,
inclinan un rayo, tienden mil pájaros
y salvan al dios del esfuerzo
que transpira en la tierra.
Somos la presencia de la flor y la abeja,
el zumo de la sangre.
De nuestro amor crece la hiedra,
se levanta la melodía nupcial del fuego,
nacénles cifras azules al tiempo.
No hay obras ni edificios
que no sepan de nuestro hondo misterio.
Somos el palpitante latido del mundo,
la clara verdad de la vida.


TORNA EL SOL
Torna el sol (del milenario frente)
a resplandecer entre mis sienes.
Adán -excedido de su propia tristeza-
tiembla en tierras de mi labranza.
Oh, el alba de asnos en la pradera!
Oh, la fiera máscara de carbunclo.


EPÍSTOLA AL AMIGO
Quiero contarte, José Alberto, de la vida
que llevamos en este hondo territorio
donde el ser que más amamos es una pena
y cuyo dolor suele arrastrar tantos niños
como harapos y papeles ensangrentados.

Pero, aún así, encenderemos parajes levantando
nuevos campamentos, y aún nos damos
al tenor de un concierto de esperanzas.
Pervivimos, y eso no basta para entonar
el himno liberador de todos los caminos.

Algún día habrá de llegar el bien universal
y no habrá odios, vituperios, explotados.
Han de llegar hasta nuestras lianas sensitivas
con la dulce fragancia de cebollas y amapolas,
versos y muchachas, a rescatar la alegría
perdida por el corazón entre sollozos.

Y es lo único, José Alberto, la esperanza.


CANCIÓN A SON BATIENTE
Decididamente creo en el fuego de la vida
que suscitan nuevos días. Creo en tí, en mí,
en el rechazo a las ocultas fuerzas
que desvastan y aherrojan nuestros campos.

Pervivientes aún de una clase que defiende
su sustento, su salario, su sed de ser.
He aquí, gente de trabajo, como amo y canto,
agonal, dialéctico y en son batiente.

Así, insonme, voy entreabriendo sombras
hasta ahuyentar cuervos, hienas, réptiles.
Asi mismo el pueblo esplende y agudiza
el doble filo de su clamor y su miseria.

Viva el que vive, viva el que ha de vivir.
Vivamos al pied e nuestra diaria esperanza
en el llano combatiente de los días,
en tí, en mí, en el deslumbrante afecto.


CANCIÓN A GOLPE DE LATA
Al poeta, hermano mio, Roberto Santoro.

Sin otro instrumento
que una lata cualquiera
me he puesto a cantar.

Golpeo la lata y canto,
canto y golpeo la lata
(un golpe de quebranto
y otro de percusión)

Golpe a golpe va creciendo
el ritmo de mi canción.
No tengo otro medio
de lograr comunicación.

De este modo, claro está,
muchas veces me equivoco.
Golpeo el canto y lato
dentro de mi preocupación.


DEL MAR, UN MAR DE COSAS
A Juan Carlos Higa

No me digan del mar
un mar de fosas en tierra firme.
Desengañense.
No creo en cantos
de sirena de un estado salobre,
en cuyo fondo los peces grandes
devoran a los pequeños.

No me cuenten del mar
un mar de rosas estrelladas.
Desaliénense.
No veo encantos
figurados en un estado de sitio.
Sólo sudores en rostro ardiente
y soledad en rostro yerto.

No, no me digan nada.
Nada que no sea cierto.


DEL GAY TRINAR
Señor poeta. Ruiseñor.
(Rojo, verde, amarillo).
Ayer todo sencillo
pero hoy qué adulador.
Canoro. Encantador.
Pico de caramillo.
¡Qué variopinto brillo
de bailarín saltador!


GEOPOLÍTICA

Ved como se extiende el silencio
lo mismo que el hambre por el estio,
va desplegándose por el piso,
apostándose detrás de los objetos
y generalmente significa la ruina
y destrucción del amor y la familia.
Avanza, nos sigue y nos observa
con su parámetro inquisidor
puesto en cada esquina, anota
si escribes, si descansas, si fornicas
y según las reglas y la consigna
pinta su cruz gamada sobre tu puerta.


ROSSETA, HUGO STRASSER Y YO

Rosseta es una muchacha morena y lista
con un claro olor a heno de los campos
que baña el Missisipi
según va explicando Hugo Strasser
con el cromo de su saxo alto
y/o con su oscuro clarinete
en tanto yo
suspendido en el andamio
cumplo peligrosamente con ganarme el pan
y trato de algún modo de mirar el horizonte
y bajar pronto para hallarme con Rosseta
y hacer estallar el grito ¡viva la revolución!


ELEGIA A UN CIUDADANO DESCONOCIDO

No sé si alguna vez tuvo certeza
de su origen, su terrón y trabajo;
si en otra hora amó, luchó y enarboló
el sudor de sus coyunturas;
si anduvo con los suyos
destruyendo falacias y musarañas;
si algún tiempo le disgustó el pan
compartido en pedacitos.
Pero cierto es que ahora está
besando el crucero del duro pavimento.


SEÑALES

Si no hubiera señales
las inventaría
para decir lo que es
un pueblo
la vida. el mundo.
Cogería el sonido
de una hoja en el otoño
de unos tiestos crepitantes
o de un pájaro pequeño.
Quizás dibujaría
signos de un árbol
o en una piedra
para hablar de los míos.
Así diría
¡Estoy presente!
y soy testimonio de un tiempo
con el cuchillo entre los dientes.


DEL VIVIR Y EL MORIR
Agonal
en un país áspero
pervivo
pelado a gritos
dentro de un cuarto de luz menguante
con una máquina de escribir
casi
en función biológica
de sudar y/o eructar poesía
sólo para decirle basta
al estado
y a la estadística
devoradora de múltiples
impuestos.


1924
Jiri Wolker
las jarcias en altamar
las gaviotas en el muelle
y tu canto
que asiste en el rompeolas
de nuestra clase obrera
Jiri Wolker
donde dice amor
lluvia o pena
allí está tu juventud
puesta en pie.
Oh Jiri, Jiri Wolker.


A MODO DE CANTAR DE JUAN SANTOS ATAHUALLPA
Dejo mis aflicciones,
dejo mi papel de loco, de hombre salvaje,
mi hacha descantillada de patán otentote
decididamente te dejo sin yantar ni traje
con tu ruindad a solas.
Oh tres veces descorazonada villa
de torvos jueces, viles alabarderos
de rucios curas, tunos gobernadores.

Voy a mis montes altos
en pos de sol y viento.
Guárdate tus encantos, no quiero más mentiras
de arcadas, de arqueros. No quiero más señuelos
de vanidades a cientos trocadas en trocaderos.

Oh ciudad de santas inquisiciones,
de veletas, faroles, trabuqueros,
de calzadas, castillos, oropeles.

Me voy, me voy yendo a buscar a los mios.
No me gustan tus murallas de un punto a otro,
detesto tus cuarteles de tiempo en tiento,
impreco tus prisiones que matan todo espacio.
¡Más un día volveré creciente de aluviones!


TEMA CON UNA HERMOSA DAMA
La lluvia es un tema hermoso
cuando uno recorre la historia y encuentra a Luis XVI
seguro de sus huesos y de su gran paraguas
mientras celebra María Antonieta
su cómoda posición de reina en un diván rosado
en tanto afuera la tormenta arrecia
como si aventarán piedras
Hermoso tema el de la lluvia
cuando no llueve ni usted se llama María Antonieta
ni su marido sabe que se prepara el diluvio.


POEMA ENUMERATIVO

Después de haber empeñado
la partida de nacimiento, el alma, la noche,
el fuego, la primavera, el amor, la lluvía, el gato,
la guitarra, los instrumentos de trabajo, el único pañuelo
y hasta los puños arremangados de la camisa,
después de todo eso ahora nos queda sólo la palabra
de hombre en los nudos de los dedos
y a la altura de las circunstancias
para llevar el pedernal que encenderá el mañana.


TEMA CON OTRA BELLA DAMA

Buen día bella dama
de estas umbrias mañanas de oficina
en que alumbran de nuevo tus ojos de té
dispuestos al trabajo
de esas cien hojas de papel bond
en tanto las pequeñas golondrinas
de tu irreductible frente
hacen un tímido aleteo de gracia
pero -creedme-
que al fin y al cabo de cada mes
no llegará el tan amado Eolo
ni el inspirado Wallace Stevens
a poner en juego su mejor aliento
en la estrechez de este baluarte
socio-económico-verbal.


CLOSE - UP
Podría jurar
que esa mujer y ese hombre
me son desconocidos,
podría marcharme con un poco
de música en la boca.
Pero no
hay que desentrañar el caso,
suponer que se amaban
y venían hacía nosotros
y nosotros no eramos los suyos
sin embargo
han quedado ahí sorprendidos
como si aún estuvieran diciendo
¡pan o muerte! ¡Venceremos!


RETRATO AL ÓLEO
Víctor Humareda
no pintaba ciudades
filosofos ni poetas
que no conocía
nombraba a veces
a unos pocos parientes
(Vincent Van Gogh
o Toulouse Lautrec)
mientras movia sus pinceles
de pelo de mono del zoo
plasmando el retrato
de su inmortal amada
y varios asuntos
que realmente conocía.



DEL OFICIO SIN BENEFICIO

Oh la no descansada vida
en pie de versos
números / palabras
dale que dale
vuelta al manubrio.
Están de por medio
los dueños
de la producción y la bolsa
del agua / el fuego
de la paz y la guerra.
Empero mañana
la medida - el espacio
la energía - el sonido
la materia - el silencio
serán nosotros.
Ya no habrá
más vuelta que darle
a la manzana.


MILES DAVIS
Una cruz es -más o menos un hombre-
de brazos abiertos al tiempo.
Un hombre en Harlem, Chosica o Villa Devoto.
Un hombre -quienquiera que sea- Miles Davis
que se pone a pulsar su instrumento
para llamar o llamarse a gritos
antes que se asfixie o lo ahoguen
las sierpes constrictoras del
Sombrío Orden.


LUCE Y YERGUE TU TROMPETA

Luce y yergue tu trompeta
Miles Davis.
Toma aliento y dale bronca al tiempo
de los amos y su nefanda servidumbre. Reparte
golpea y parte sueños sin cabeza
y/o cabezas sin sueño.
Agita y sopla tu trompeta
con el frescor del alba.
Ya no más resignación
soledad y luto que tenemos ojos -oidos- puños
y todo ese sonido de órganos vivos
que puja en las entrañas y todo ese afan
de no dejar nada dormido y todo ese rumor de pueblo
cada vez más retenido en su papel de tigre

Levanta y toca tu trompeta
Miles Davis.
No estamos solos. Nos asisten voces
de envenenados pinos y penas sin memoria.


PROFECÍA Y MEMORIA
No hay silencio
que valga
en las manos creadoras
del pan
el vestido
la casa.
Manos-dedos-manos
sopesan
miden
gradúan
antes y después
del hecho.
Son
profecía y memoria
del canto.


TRAMA DE LA FORMA
Necesariamente
debe seguir la palabra en pie
de verso, sostener su virtual sentido
dialéctico, afinar
la delicada trama de la forma.

Necesariamente
disponer el temple de los nervios
como cuerdas para que salga
del vocablo más duro
de la fonética del diario acontecer
un canto productivo
profundamente humano
como un pan, un himno, una fruta
al alcance de las manos.

Necesariamente
palabra de hombre
no solamente tuya o mía
sino propiamente del acento colectivo.


NANA PARA LILA
Por más que la vida es dura,
la tierra ajena, el maizal lejano,
te escribo este canto, hija mía,
como quien riega con sangre
el huerto del futuro
y espera su fracción de primavera.

Contigo hemos nacido en la alegría,
sabemos un lenguaje nuevo
y hablamos cada aurora
con el trébol y el jilguero.

Qué importa el odio
que no tenga la dulzura de tus ojos
ni se parezca al linar de tus cabellos
si tu gracia es un sendero
para el afán de nuestros pasos.

Pasarán los ogros, pasarán los lobos
y la sombra de los cuervos,
¿por qué temerlos, mi pequeña?
si tú eres el mañana vestida de esperanzas
que trae en sus manitas un cesto de cerezas.


PROVINCIA
Sol
polvo
piedra
(ni Delfos
ni Bizancio)
Palmo a palmo
contigo
me voy haciendo yerba
desde
que mi sombra habita
hendida entre tus muros
y es mi voz
una guitarra sedienta
de hiedras y ventanas.


CUADRO DE EXPOSICIÓN
Alguna vez
los días han sido claros
en el cauce del río
otros días
son los que ahora
van con el ruido de los trenes
nuevos días
aún irán lejos
con nuestros cantos de combate
Es así
como la clase obrera
avanzará hacia la claridad.


HELIO TROPO

SOL
abajo
se obstina una inmensa nube
en hacer sombría esta región de fábricas
campamentos
ferrovías
y algunas que otras flores en macetas
«Amo las maravillosas nubes»
-decía Baudelaire-
refiriéndose sin duda
a su mundo
aislado y remoto
Empero
aquí
no cabe repetirlo
porque el sol es la única alegría
que entreabre el horizonte
donde hormiguean los seres sin descanso.


AHORA MI CORAZÓN

Ahora mi corazón abre paso al viento
Que norman los lirios de tu premura
Y dispone en dorado movimiento
Hojas, trinos y guitarras de ternura.

Bien te amo, Chosica, y tal te siento
Entregándome emotivo a la ventura
De tu ser vegetal, de tu firmamento
Que transcurre desbordando tu hermosura.

Oh, si la muerte alguna vez quisiera
Empañar los cristales de mis ojos
Y romper la cítara de mi voz sincera

Que me permita llevarme los manojos
De tus lilas de fragancia mañanera
Y el rumor de tu río en mis despojos.


AQUÍ TERMINO
Aquí termino, Chosica este canto
Fraguado letra a letra con cemento
Y ya muro puesto en pie, y ciento a ciento
Pies de verso pero no, nunca tanto.

Para celebrarte, si bien levanto
Tu nombre, con cariño y aliento
Azul tus montes con el firmamento
Música es amor, pero no quebranto

Y no quiebro Chosica con decirte
Tierra mía, donde yacen mis mayores
Afectos y mis manos van a asirte.

Tu voz, tu aliento son amores
En son de vida. ¿Quién podrá zaherirte
Si el silencio es aroma de tus flores?



ESTA PUERTA QUE MI VERSO ABRE
(A Lucio Amador, amigo de infancia y compañero del abecedario en el Centro Escolar Obrero de Morococha que dirigiera nuestro maestro Gamaniel Blanco, escritor y líder proletario)
Esta puerta que mi verso abre
encuentra a Morococha
encendida de antimonio,
tosiendo el golpe voraz
de toda su neumoconiosis.

Pueblo minero, cuyo sufrimiento
limita con la sangre fresca todavía
del acribillado Malpaso,
más allá con el humo
fúnebre de Oroya; al otro lado
con el carburo triste de Casapalca
y con esa cumbre de mi canto,
Anticona, la del trueno amargo.

¡Morococha!... yo te grito,
aunque me duela hacerlo
con los dientes mayúsculos del hambre
y con la nieve de mis huesos;
me duele gritarte ahora,
en esta hora, que tu afecto
tiene rodillas de tiempo hincado.


ESTACIONES
He aquí las estaciones
los anhelos, las esperas
los júbilos, los frutos,
las lágrimas de ternura
en las hojas del árbol
que ha erguido mi sangre
en esta tierra.
(En esta tierra
donde anida el sol
se suaviza el viento
y canta un río).

(12-7- 1986)

SOMATEN DE INVIERNO
He aquí el papel
el lápiz y el sonido del río
despertando de pronto
a los dormidos
con el rumor de las piedras
y los árboles desgajados
filtrándose por las umbrías
y rompiendo las barreras
en su decurso hacia el mar.


DIAS DE INVIERNO
Si uno es
verdaderamente pobre
y llegan
los inclementes días de invierno
hay que evitar
que se multipliquen las goteras
acomodar las pertenencias
no vaya a ser
que nos sorprenda la lluvia
y la creciente decida
inundar la ciudad.

Ah, pero si uno
pertenece a la otra margen
pronto tendrá que cerrar puertas
y ventanas, poner bien en claro
todos sus libros de cuentas
y, sobre todo, persignarse
no vaya ser que ello
signifique
el comienzo del diluvio.

(27-03-87)


SO WHAT
Cuesta nacer,
vivir cuesta,
cuesta morir.
He ahí el problema.

Tanto por tanto el precio de la luz
día y noche.
Tanto por santo la tarifa del aire y el smog
Tanto por canto
el costo de un atajo de tierra sin agua.
Tanto por manto
de una porción de hierba.
Cuesta nacer,
vivir cuesta,
cuesta morir.
Y esto bien lo sabe, Miles Davis, tu trompeta.


HISTORIA

Ella ama la poesía
y de gozo cita a sus poetas preferidos
Rilke, Breton, Elliot
y el poeta ama a ella
y presto le menciona todo su afecto por
tenerla dulce y cálida
¿y es o no lógico
y además permisible que existiera una
vital correspondencia?
y sin embargo las frases
y los deseos no se tocan y hacen el poder
de confundirse a veces
y alguna vez ella y él
y quien sabe la poesía no sean cosas distintas
el mundo habrá cambiado.


EL MANÁ DE S/.50.00 TICKET
La voz tiene sus apremios.
Primero el alimento -dice- o regirá el silencio
a partir de la boca del estómago.

7 p.m./Ocoña y Cailloma/Comedor popular.

El vórtice con hambre: empleados -obreros-desocupados
y alguna que otra anciana sin chuz ni micifuz
y una jarra colectiva de agua deslumbrante
y el sí quieres comes o lo dejas por razón del facto
y otros problemas no previstos largo tiempo
y el peruano opreso en un fondo de M.e.s.a.s.

La sazón está por sentarse de cualquier modo, hablar bajo,
intercambiar miradas con la duda, el desaliento,
la desesperación y la angustia a punto de miga y cuchara.

Vean sino el caso del señor de uniforme azul eléctrico
que luce el emblema de una aúrea corona estilizada
donde puede leerse: Savoy Grand Hostal- Restaurant.
Este hombre ¿Qué hace aquí? ¿acaso no vive y respira
un lugar acostumbrado a una vajilla de loza europea?
¿no recibe por ventura sus propinas y parte del menú?

No hablemos de misterios, del cual podría darse cuenta.

Sucede -bien o mal- que la música prosigue indefinible
y no hay premura en disimular cinco gestos de masticación
por tres palabras acerca de fútbol, el cine o la tv,
cada siete minutos exactamente parametrados
«golpéalos en el vientre y dalés duro en el oído
para que sepan morir en orden».

No sé aún qué decir preocupado como estoy en la asistencia
de ese hombre de uniforme azul eléctrico
y su postura existencial con una tremenda naúsea.



CONTEXTO
Puesto
que la situación
se torna más difícil
apilaré palabras
de las que se piensan
y no se dicen
de las que se dicen
sin pensarlo
de las que saben
a padre y madre
y
ahora son
vástagos de contexto.


ITINERARIO
Tiempo que trajino las aceras
de los distritos que enmudecen
entre lloviznas, filtraciones
y densas ráfagas de polvo,
asimismo mis sienes y mis manos
saben la resistencia de las frías
y cuán ásperas materias sólidas;
y, sin embargo, todo aquello
es sólo un dialéctico sonido
que se me escapa entre dientes.

De niño dejé las hondas comarcas
en que las sementeras aman las lluvias
y las gentes se aferran a las sombras
de sus verdes azules eucaliptus
también supe del hielo, las sequías
y las inundaciones que ahogan
el trabajo, la mies y la esperanza,
cuya memoria a veces toca mi piel
y me diluye en un itinerario
de peñascos, andenes y ferrovías.

Pero no es eso lo que me sume
en el asombro, sino que todo eso/
sea de pronto, sin avisos
de un modo inadmisible, brutal o
aún contra las fuerzas propias
de la naturaleza
con la orden maldita del
genocidio.


MECANICA DIFERENCIAL
Vea usted: de un lado
a otro adjunto el aliento
dentro de mis costados
promuevo la mecánica
diferencial de los ruidos
el do re mi fa sol de pecho
porque de algún modo
hay que ponerse de acuerdo
conmigo, contigo, con todo
lo que tiene que ver
con el nimbo fuliginoso
de ese cúmulo de humo
y la marejada de niebla
el tiempo imperfecto
del verbo o del plecto
por que conste además
que hay que dejar en claro
los basaltos del horizonte
los guijarros del campo
dejar el espacio al río
a los celajes, al arco iris
y el paso a la gran marcha.

(28-12-84)



FORMA Y FONDO
Mirad el canto cómo va emergiendo
vocablo a vocablo a plena luz del día
con un tanto de pena y alegría
humanamente apasionado yendo.

A pie de verso, aquí y allá viendo
si es posible aprender la energía,
el tiempo, la eternidad, el todavía
en el acento. Como iba diciendo,
mirad este canto sobre la albura
del papel nato. Es un canto obrero
de mano y obra limpia y dura;
un modo de ver y sentir (austero)
la vida. Forma y fondo. Textura
de sangre y tinta y cenicero.



INSTANTES
Ante todo
y ante nada
me digo
no soy esa ventana de tamiz metálico
que se abre y se cierra intermitente
querellándose con sus propias bisagras;
no soy aquel gastado sillón de raso
que anduvo mundos de antaño y hogaño
quejándose cien veces de tos y reuma;
no soy ese desteñido saco de invierno
que yace pendular en un garfio de bronce
queriendo insuflarse de suficiencia;
no soy aquel añoso estante de libros
que pretende pasar de bibliografo armado
quebrando en su vocación de nogal pasado
no soy ese antiguo cenicero de lata
que simula ser el centro de la tertulia
querenciando el farfullar y la monserga;
ni soy aquella máquina de escribir
que suena y sueña con ser una locomotora
quemando el carbón de los insomnios.
Y sin embargo son parte mía esas cosas
que me rodean y presencian asombradas
los instantes de mi creación y ruina.


CAMINOS
Para llegar a ti
he caminado largos días
insomne, desgarbado
por donde los semáforos
congregan trajes y rostros diferentes.

Vengo con los versos
de un tiempo de clamores y disturbios
¿no ves que dentro de mis ojos todavía
guardo postes, andamios y jilgueros?
Mi rostro es un calendario
de sueños no previstos
y tanto ha sido el afán de mis pasos
que contigo la vida tiene
un azul de fiesta en constante amanecer.


COMO SEÑAL DE VIDA
A Jorge Alejandro Boccanera

Se dilatarán tus ojos
abundará tu barba
pero has de seguir con tu asombro
entre montañas escamadas de espinos
y no han de ser muchas
las estaciones de queda
donde has de pecnortar
mascullando versos
y en suma dirás que sí - que no
que los poetas son gente difícil
de masticar goma
o leer comics bajo la lluvia
y así continuarás
Jorge Alejandro
y así continuaremos
como señal de vida.


AUTORETRATO
Desabrumado-a-pelo entre las sienes
frontalmente perspicaz
oferencial-cejibundo-receptivo
anónimo visor universal
de
breve
nariz
itálica
corto-bigote-lacio
INCESANTE
labio
recreativo
más
una
bárbara-barbilla-barbada
y asimismo
una bronca
garganta
canora a veces
sobre la fortaleza de mis hombros
que se prolongan en brazos extendidos al trabajo
y un corazón.


LA PALABRA
He aquí el tráfago de la palabra
en el pulso, el tono del agua en la mezcla,
todo el diario afan para llevar el jornal
a casa, a fin de que no falte la leche,
el pan, la fruta en manos de los niños.
Necesariamente debe seguir la palabra
en su vital sentido artístico, entretejer
la delicada trama de la forma y el temple
de los nervios dispuestos como cuerdas
para que salga un canto productivo
profundamente humano, un himno y/o una rosa.
Lograr en fin, la palabra tuya, mía
un real pronunciamiento colectivo.




RETORNO A LA SOMBRA
Sol,
musgo,
ramales de alisos
y el polvo de la historia
a los pies de nuevos moradores.
Alguna vez
como vosotros
aprendí el silbo de los pájaros
revoloteando terrones
y ofreciendo los buenos días
hasta dejar en claro mi ausencia.

Ahora torno
a hollar primigenios pasos
donde hubo un tiempo de voces
de una familia labradora
premunida de nombres
estaciones
y afectos
a la gleba y la guitarra
Bien o mal
por lo visto
no me espera en casa otra sombra.



TESTAMENTO
Creí que a cualquier momento del año iba reventar
en medio de ladrillos o libros, quedarme en el más completo silencio
a causa de este cansado corazón y estos días dificiles de mencionar
Tú dices que ahora nadie está libre ni seguro de caer
de bruces contra el tiempo, de irse sin el previo adiós o testamento
y esto es cierto y, además cruento, no hay melodía capaz de seguir.


ESPACIO
Un lugar. Digo un lugar en que alumbre un árbol,
despliegue su relente el río y crezca el pan
adjunto al trabajo.
Un lugar amor, donde no se escuche el paso de los
bárbaros enturbiando el agua, arrasando el
campo y destruyendo los días.
Un lugar para albergar la simiente de los sueños,
una palabra que sepa a buenos días lo mismo
que un clavel abierto al mañana.
Un lugar. Repito que quiero un lugar en que ande
descalzo el tiempo.

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