miércoles, 26 de octubre de 2011

POESÍA REUNIDA

Etapas de la vida del poeta.
Presento textos poéticos de mi padre que fueron publicados en las revistas de poesía Haraui y la Tortuga Ecuestre. Estos textos poéticos son poco conocidos, por lo que pongo a disposición del público lector esta selección de su poesía impresa en dos de las revistas de poesía más representativas del Perú a partir de la década del 60 del siglo pasado.


AVISOS ECONOMICOS NO CLASIFICADOS

                                                                       “Más vale pájaro en mano
                                                                           que la paja en ojo ajeno”

Soltero o casado           OJO SE NECESITA              Experto en masas
hombre de pueblo         JOVEN O ADULTO              no importa región
sea licenciado                CON EXPERIENCIA            en difusión local
para servicio                  CIA. IMPORTANTE             de publicidad
bien renumerado            OCUPAR PUESTO               general electric
presentarse                    EN DIRECCIÓN                   de radio y tv
a seguridad                    DE ESTADÍSTICA                circuito cerrado
industrial                        CIVIL O PARTICULAR        made in usa.


    EPINITICA

Antes de caer
               rendido por hastío
permítame ofrecerle un homenaje
a la inmensa madre del cordero
               que no nos deja
ni a sol ni a sombra
con estos versos sin resuello.


EL BURÓCRATA

De papel asaz folgado
del vientre a las mejillas
y de las nalgas al cogote,

bufa surto, acoderado
su velamen en dos sillas
mostrando docto bigote

descompuesto, mal airado,
barbota humo veinte millas
sobre el sancho y el quijote.


HISTORIA DE HOY Y MAÑANA

Cuando creíamos
haber salvado los ojos
de un inescrutable pasado;
cuando no temíamos cantar
o contar con otros amigos
el vino de nuevas hazañas
cuando era posible…

(disculpen,
ahora está prohibido
todo acto
con o sin parlamento).

Publicado en Haraui N° 44-45, octubre-diciembre 1975.



                POEMA
Habito un mundo pequeño
en el que apenas quepan algunas que otras cosas simples
en límpida estrechez.

                             pequeña la máquina de escribir.
                             Pequeña es la ventana
                             la mesa pequeña

Agostado estoy de verme
circunscrito a dar unas vueltas de argonauta siglo XX
en tan reducido periplo.

                            De modestos pequeños
                            son mis libros:
                            Marx-Engels, Brecht, Mao Tsé Tung.

(¡Cosa más grande, chico!
-exclamaría el poeta de los proles, don Nicolás Guillén,
si pudiera venir aquí-)

                            Mi ansiedad es pequeña
                            mi nostalgia es pequeña
                            mi anatema graciosa y pequeña.

Amo las cosas pequeñas
y sólo el sueño la pasión y el futuro tienen la infinitud
de mi abrazo universal.


PALABRAS DE ENTRETIEMPO

            Cómo olvidar el extenso torpor de la lluvia
aquella primavera de 1974
            en que esté César Villanueva –el cineasta–
aparecía inconsolable
             y usted ensimismado Juan Ojeda –el poeta–
pronunciando no sé que cosas
             urgidos ambos por ciertas circunstancias
en pos de algunas melodías
             pertinaces o azorados como inexplicables
a fin de abandonar todo avío.
             Qué hacer o saber qué meditar entonces
aquel año de incertidumbres
             donde cada cual a su modo se guarecía
sin indicativos ni ponombres
             barbotando sangre o maldiciendo dioses
(según sentencia dialectiva)
             en desagrado con este mal estado de cosas
atrozmente parametradas
             con la amenaza el comparendo la coactiva
por la sinrazón de facto.
             Tiempo destemplado entorpecido sitiado
tiempo de ratas (diría Neruda)
             de grises y bermellones manchas criminales
a un húmedo desprecio
             que no han de pasar a ser inorgánicos deshechos
mil metros abajo
             ante vuestras ubérrimos días de permanencia
indesmentible e indeclinable
             como está prescrito en el clamor amaneciente
de toda dignidad terrena.

(Publicado en Haraui N° 52, setiembre 1979.)


Retrato a lápiz. Autor anónimo.
De una anónima carpintería
De una anónima carpintería
soy un pájaro carpintero:
pío madrugador y jornalero
en pos de alpiste y alegría.

Pico y pico; pico en vano
uno y otro poste enteco
de la ciudad. No hay un eco
que me responda gentil, ufano.

Ah, por cierto, doyme cuenta
no soy la octava maravilla.
Todo canto se me desatilla
Y cae por demás asaz violenta.
Pájaro implume, desquiciado
entre un boscaje de cemento.
He aquí la trampa y el cuento.


Hablando de poesía
un poeta no surge de la nada
con un mirlo bajo el brazo
no es como tú quieres un mar
que se extiende azul
para golpear las puertas
ni una sombra que se levante
con el sol en las montañas
un poeta primeramente
se hace hombre con los sucesos
del polvo y la lluvia
cursa los grados de una edad
establecida en la alegría y el dolor
para saber a qué atenerse
cuando voy perdiendo la especie
de enseñar las cosas
Un poeta es parte del conjunto
que desarrolla la naturaleza
de una época secular
en su presente.

Tercer poema
Porque en tus ojos arde
el sol de nuestra órbita
Porque en tu cuerpo crecen
las yerbas del canto
ando y vuelvo, desespero y rabio
enloquecido de ternura.
Eres el anillo solitario
de mi sueño.

De necesidad y apuro
voy a comenzar a no morirme. Volveré a recoger.
Los descansos para que mis furias se reconozcan
y se amen en un solo sentido, volveré a ponerme
en mi propia salsa (Sal y Hiel y légamo)
para hacer más puro mi oficio.

(Publicados en La Tortuga Ecuestre. Lima, junio de 1991. N° 75)

EL POEMA NUESTRO DE CADA DÍA
Pongo la cara entre las manos
y se quedan girando los sueños
en torno de mi ser.

Pienso
en lo incontrolable de las nubes
en el guijarro cuaternario
en el eclipse del verso
y –quiera o no- en el año
que se va cojeando sin patria

(Cuántas ausencias
han borrado mi azul calendario)

Se va otro año
sin nada, sin nadie.
Se quedan sus crisantemos de niebla
sus diarios de notas tremendas
sus overoles manchados de sangre.

No suelo estar dentro de mi
No suelo estar dentro de mi
con la pesadumbre de vivir pensando
que podré hacer conmigo.
                                      Me salgo
por la herida reciente en busca del aire
de un cigarro de esos
de consumo colectivo. No es mucho
lo que hay que hacer. No es poco
lo que hay que ver. Los problemas abundan
y es necesario ir desbrozando uno a uno
que no sea lo tuyo o lo mío.
                                       Ahí está el trabajo
y el canto de los que no tienen cómo decirlo.


NANA PARA VICTOR MANUEL
Duérmete, nene, y sueña
que te acunan los brazos
amorosamente suaves
de muelles fibras obreras.

Duérmete, nene, y sueña
que diáfanas brisas tienden
espacio para tus sueños
sin alambres ni soldados.

Duérmete, nene, y sueña
con el pan y la manzana,
con el libro y el lucero
que alumbrará tus nuevos días.

Duérmete, nene, y sueña
que serás como los tuyos:
un hombre dado al trabajo,
coronado de sudores.

Duérmete, nene, y sueña
que he de soñar contigo.


HISTORIA
Ella ama la poesía
y de gozo cita a sus poetas preferidos
                 Rilke Bretón Elliot
y el poeta ama a ella
y presto le menciona todo su afecto por
                 tenerla dulce y cálida
¿y es o no es lógico
y además permisible que existiera una
                  vital correspondencia?
y sin embargo las frases
y los deseos no se tocan y hacen el poder
                   de confundirse a veces
y alguna vez ella y él
y quién sabe la poesía no sean cosas distintas
                   el mundo habrá cambiado.

(Publicados en La Tortuga Ecuestre, Lima febrero de 1998, N° 154.)



          UN LUGAR
Un lugar. Digo que busco un lugar en que alumbre un árbol,
despliegue su relente el río y crezca el pan adjunto al
trabajo.

Un lugar, amor, donde no se escuche el paso de los bárbaros
enturbiando el agua, arrasando el campo y destruyendo
los días.

Un lugar para albergar la simiente de los sueños, una palabra que
sepa
buenos días lo mismo que un clavel abierto al mañana.
Un lugar. Repito que quiero un lugar en que ande descalzo el
tiempo.


POEMA ACERCA DE LA SITUACIÓN NACIONAL
Todavía no hay últimas noticias.
los aconteceres congregan multitudes
en abierto desafío
a los gases lacrimógenos
en tanto el plomo silba en las calles
y los linotipos y, ahí
donde deberían crecer geranios
sólo existe un cuajo de sangre
del compañero que no verá el mañana.

Si tú piensas que no te ha de señalar
el dedo de Xerjes o supones estar lejano
como ausente del problema general
preocúpate a pedido de tu familia
preocúpate de tu sombra
que no ha caído todavía por ese ¡no!
grave y poderosa de sus vísceras.

Así, de continuo, mañana, tarde y noche,
nadie ¿comprendes? absolutamente nadie
tiene posibilidad de vivir libre
con su ignorancia a solas.
Todo está parametrado
por el detector de sueños,
pasos, latidos, palabras. Es el ordenamiento.


PLEGARIA
Juan Pueblo ten cuidado,
no te vayas a morir
en esta profunda noche sin horario.

El hambre se comió a tus padres,
la tierra misma quema tus pies
¿cuándo, dime,
cuándo vas a hacer tuyo el porvenir?

Juan Pueblo ten cuidado,
no te vayas a morir
sumido en las tinieblas del averno.

Guardad en tu pecho los latidos
de los indómitos guerreros
caídos,
con el último sol de la refriega.

Juan Pueblo ten cuidado,
no te vayas a morir
en el foso tremedal de un yaraví.

¡Levántate, hijo de la cólera!
¡Canta, caballero de los montes!
¡Armate de valor,
fabuloso trovero de la pólvora!

Después de la batalla
vendrá el tiempo con los cronistas y los historiadores
a proseguir la lucha.
Y habrá otro desigual combate
entre el bien y el mal bajo los manes de ambos rivales
hasta que definitivamente vaya muriendo uno de los dos.


CADA ANOCHECER
pulso la sensitiva guitarra
de mis nervios, fluviale de luz.

Entono el poder
auroral de tu cabellera y amo
tu castidad de clavel encendido.

Me sumerjo entre luceros
y renazco solar cantando.


VIENTOS DEL PUEBLO
Tu voz, Miguel Hernández, vive, suena
en el fragor de nuestra lucha diaria;
voz de labriego, de obrero, de paria
que el mundo, día a día, sin cesar estrena.

Voz que ha tornado en clamor la pena
y que por doquier vuela extraordinaria
llevando la consigna proletaria
de pervivir rompiendo vil cadena.

Tu voz, Miguel Hernández, “el rayo que no cesa”
por ciudades, por montes, por esteros:
ahí, donde tu clase a pelear empieza.

“Viento del pueblo”, vital, favorable
que ya canta en fusiles guerreros
con un temple reactivo, indomeñable.


SANTIAGO DE CHUCO, 01 DE AGOSTO DE 1920.

Sus primeros versos fueron como él,
de la escuela entraban y salían
con el mundo bajo el brazo
con quienes en secreto conversaba
y a quienes pocos conocían.
Tratábalos por sus nombres:
Darío, Verlaine, Samain, Rimbaud.
Ellos eran en verdad, eran amables
bajo la débil luz de una vela.

¡“Y el hombre… Pobre… Pobre”!
Dijo un día. Y eso fue el inicio
de su tragedia y de sus combates.
Literatos y filisteos se congregaron
en nombre de una invisible sociedad
para procesarlo por “incendio,
asalto, homicidio frustado, robo
y asonada”. Preso y condenado
tuvo que huir de todas partes
en busca de orden y justicia.

Pero la burguesía como la pequeña-
Burguesía es igual en cualquier sitio.
Por eso sus pasos fueron allá
donde entonces los obreros y campesinos
hicieron suyos el poder.


CUENTA-CUENTOS

Yo sé. Tú sabes.
Todos nosotros sabemos esos antiguos cuentos
que ahora de nuevo nos quieren contar
los fabuladores del Reino Animal.

Cuentos no. Queremos cuentas.

¿Cuentas dije? Pero no aquellas del Gran Capitán
ni del Estado Mayor. Son viejos cuentos.
Contadnos de los vivos y de los muertos
de aquellos que no cuentan bajo tierra su dolor.

Cuentos no. Queremos cuentas.

Cuentas, repito. De soles y lunas expoliadas.
Cuentas cantadas y sonantes. Descuentos no.
Cuentas de lo que debéis al pueblo
ofendido y calumniado.

Cuentos no. Queremos cuentas.


   ETIQUETAS

El poeta nacional, Fulano de Tal:
                                                 Qué risa,
la que me da el trémolo de mis fuerzas
cuando veo o escucho anteceder a vuestro nombre
el rumboso membrete a protección estatal.

Poeta Nacional (ja ja ja ja ja ja ja aaaaaa)
Estáis ungido, como se ve, por la moción
de unos cuantos esteticistas de toma y chupa
la teta del presupuesto burocrático y fiscal.

Poeta Nacional de palmas y lauros magistrales
(grados endémicos de honores académicos)
Qué risa, la que riza mi lengua cantante
Reproduciendo temporales de limpia carcajada.

¡El Poeta Nacional Fulano Tal!


CANTO Y SEÑA

De voz en voz me voy           con el sol             de los obreros
en pos de tiempo                   con la lluvia         de los labriegos
a todo tren silbando               con el viento        de los sin trabajo
escuchadme pasar                 peregrinos           canto y seña
con mi hiato de palabras        ay sentimiento


EN PIE DE VERSO
Heme solemne en pie de verso y pelea
dentro y fuera de mi piel. Rojo gallo
(proletario, flamígero, no vasallo)
por perpetuar la sangre que mi ser recrea.

Tal mi bronca voz será otra voz no desea
aunque me ciegue polvo, paja, orvallo.
Si me piden restallar, pues bien, restallo
a fin que mañana alumbre el sol que orea.

Dicen: el que calla otorga. No me callo
(Nunca podréis, bárbaros, matar la idea).
Donde quieran batallar, presto batallo.

Cantaré contra todo viento y marea.
Y han de hallarme, así, donde me hallo
en tanto consigo mismo consciente sea.


OBRERO REDENTOR

Por los sudores que caen de mi frente,
por los pujos que mis fibras remecen
por los días que mis manos endurecen
contigo estoy férreo y consecuente.


Nuevo Prometeo –en montes de occidente-
no temo a quienes mis fuerzas acrecen
ni a los amos que tercos me aborrecen
si conmigo aun prosigues combatiente.


Podrán crueles, quizás, desvincularme
de tu origen, de tu cauce, de tu amor,
desconcertar mi voz, descorazonarme.


¡Más no lograrán apagar la estrella
De nuestra viva causa! ¡Su resplandor
proletario que, por doquier, destella!



ESTRELLA DE LOS JUSTOS

Vendrán con sus pesados pasos,
mutilarán las flores, quebrarán los versos
me hecharán en cara sus groseras babas
y ligaran mis manos (conozco
la estupidez de sus actos) para llevarme
al pozo de la desesperación y el odio.


Noche a noche ensangrentarán mi boca,
arrancarán mis nervios, clavicularán mi grito.
Noche a noche crecerá la tormenta,
más nunca podrán extraerme
la raíz del fuego ni la esencia del alba.


Hundido (más no derrotado)
me alumbrará la estrella de los justos
y sabré del aroma de los cerezos lejanos,
se emplumará de cartas el viento
para ir repartiendo de continente en continente
consignas de amor, de paz y trabajo.


¡No seré yo quién responda iracundia!
¡No seré yo quién proclame venganza!



OCURRENCIAS

No es mi oficio el de apilar palabras
para lanzarlas por la ventana cual esa lluvia
de memoramdums y foliaciones no libradas
en víspera de año nuevo.


                                      Aún ese cenicero de barro
y esa pluma de pelícano con que ahuyento los insomnios
son parte de un próximo pasado y aún es tiempo
de no caer en la tentación existencial
de negar padre y madre.


                                     A propósito de los progenitores
no soy quien dirá la primera y última ocurrencia
en la contienda de clases. Como ellos: me preparo
me adiestro y canto.

Ilustración de Hernán Ponce S. Tomado del libro de Augusto Mateu Cueva: Gualda y Rosicler.


CANTO MINERO

                                     Para notar mi sangre,
                                     para encontrar mi amor y mi trabajo
                                     voy a hablar de los hombres en su oficio,
                                     quiero buscar su firme resistencia en mi voz.
                            Arturo Serrano Plaja

Un día cualquiera
            b
            a
            j
            a
            n
a las profundidades de la tierra
con sus lámparas y barrenos,
luego todos los días
dejan de ver el sol.


                             Tierra adentro
echan raíces de sudor
sangre y huesos
para que crezca el árbol
de cupríferos frutos
que jamás han de poseer.


                              Los hombres
no nacieron para socavar
las rocas como topos
ni para comer el polvo
geológico de la historia
ni para corroerse el alma.

                               No es justo
que deambulen por galerías.


OCASO

Creí que a cualquier momento del año iba reventar
en medio de ladrillos o libros, quedarme en el más completo
silencio
a causa de este cansado corazón y estos días difíciles de
mencionar
                       Tú dices que ahora nadie está libre ni seguro de
caer
de bruces contra el tiempo, de irse sin previo adiós o
testamento
y esto es cierto y, además cruento, no hay melodía capaz de
seguir.

(Publicado en HARAUI. Lima, agosto de 1990. N° 84. Edición póstuma).

3 comentarios:

Henry Kurt Michael Ayala Alva dijo...

Interesante blog. Que orgullo tener un poeta de la talla de Victor Mazzi en nuestra tierra chosicana ¿cuándo hacen un recital o una conferencia sobre tan importante autor? Saludos

I.E. Educar SAC dijo...

Quisiera tener los libros del poeta y saber más sobre su biografía.

I.E. Educar SAC dijo...

quisiera saber mas sobre el autor y tener acceso a sus obras.